jueves, 25 de marzo de 2010

RETROGRADACIÓN

RETROGRADACIÓN

En la página de muestra de las Efemérides, inserta al final de este libro, se
encontrará en las columnas de Saturno y Marte una R mayúscula. Su significado
es el siguiente:
Los planetas en nuestro sistema solar se mueven en una sola dirección alrededor
del Sol, pero debido a su separación del astro rey, las órbitas que describen
tienen diferentes diámetros, así como varían también sus velocidades.
La Tierra marcha a una velocidad aproximadamente de 104.585 kilómetros
a la hora, y el círculo en el que se mueve es tan enorme, que necesita 365 1/4 días
para recorrerlo.
Mercurio, debido a su situación más próxima al Sol, efectúa una órbita mucho
más pequeña a su alrededor, navegando a una velocidad de 167.336 kilómetros,
también a la hora, recorriendo su órbita en 88 días.
Urano, uno de los planetas más antiguos del sistema solar al que pertenecemos,
está, por consiguiente, más alejado del Sol y como consecuencia lógica, la
órbita en que se mueve para redondear al Sol, es inmensamente mayor que las de
los planetas citados, tardando 84 años en recorrerla, si bien navega a una velocidad
de 24.135 kilómetros por hora, presentando los demás planetas variaciones
semejantes de velocidad y extensión de órbitas.
Si estos cuerpos celestiales se movieran sobre una línea recta, los más pequeños
y veloces adelantarían bien pronto a los más voluminosos y lentos, pero
siendo así que su movimiento es circular, pasan por un punto de observación determinado
una y otra vez. "Si este punto de observación fuese inmóvil”, el movimiento
de avance constante de los planetas de sus órbitas respectivas, sería
visible para todos los observadores, pero esta es la dificultad: "no existe ningún
punto inmóvil"; cada partícula, desde Júpiter, el gigante de nuestro sistema solar,
hasta la más mínima expresión de volumen, todo se halla en movimiento constante
alrededor de un centro común y por lo tanto "hay momentos en que un planeta
se mueve casi transversalmente con relación a la órbita de otro planeta" y "aquel
parece como si durante un espacio de tiempo variable permaneciese inmóvil
en su órbita”. Los astrónomos describen este fenómeno de espejismo diciendo
que "aquel planeta está estacionado o inmóvil".
Por otro lado, esta moción oblicua de los planetas con relación a la posición
de la Tierra en su órbita, hace que "parezca que su movimiento en el Zodíaco
es hacia atrás", y a esta "apariencia" o ilusión óptica, la conocemos con el nombre
de "Retrogradación".
En las Efemérides se encuentra en algunas ocasiones en las columnas que
constituyen una R mayúscula, la cual nos indica la hora del día en la que el plane
ta a que se refiera "parece" que empieza a retroceder en su camino; y esta aparente
retrogradación continúa hasta que en la misma columna encontramos una D
mayúscula, con la cual se significa que el "fenómeno óptico" observado desde
nuestro planeta, de marcha hacia atrás, termina, y comienza otra vez el movimiento
directo o hacia adelante.
Pero aunque este movimiento de retroceso es solo "aparente," tiene un
efecto muy real y efectivo respecto a las influencias que puede ejercer el planeta,
puesto que es el "ángulo" del rayo del mismo lo que determina su poder e influencia.
Los planetas son focos que transmiten e intensifican las propiedades de
las estrellas fijas, por lo que nos afectan en un grado mucho más elevado que
cuando no se hallan enfocados sobre el punto de observación: el lugar del nacimiento.
Supongamos que en el momento del nacimiento de un niño observamos a
Saturno y detrás de él, justamente en línea con nuestro punto de observación,
vemos la estrella fija "Antares”, que se halla aproximadamente a los 8 grados de
Sagitario. En tal caso el nacido estará propenso a sufrir afecciones de la vista, las
cuales son suficientemente graves aunque el planeta vaya "directo" en su órbita,
como generalmente es el caso, pues entonces Antares saldrá fuera del foco gradualmente
y Saturno no volverá a encontrarse en conjunción con ella hasta que
haya completado una revolución alrededor del Sol (lo cual como ya sabemos ejecuta
aproximadamente en 29 años.) Pero si por el contrario, vemos que al día siguiente,
y así sucesivamente por el espacio de una semana o dos, también en
este caso Antares sale fuera del foco formado por el planeta y esta estrella; pero
aquí está la diferencia importantísima, que, en vez de tardar 29 años para volver
a encontrarse cuando Saturno marcha "directo," en este caso formará la segunda
conjunción con Antares en el curso de una cuantas semanas después del
nacimiento, y esta repetición seguida de la influencia perniciosa del rayo focal de
la conjunción de Saturno con Antares, puede agravar el defecto innato del niño
hasta el extremo, que, aunque la moción retrogresiva de un planeta es solo
aparente, su influencia sobre los intereses humanos es excepcionalmente
real.

***

del libro "Astrología Científica Simplificada", de Max Heindel

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