Interceptado
Véase el artículo sobre "Casas" antes de leer esto. En aquel artículo se dice
que obedeciendo a la configuración esotérica de la Tierra y a la inclinación de sus
ejes, algunas de las casas terrestres en las superiores latitudes boreales tienen
una longitud de doce o quince grados solamente, mientras que otras tienen cuarenta,
cincuenta o sesenta grados de extensión. Pero como los signos del Zodíaco
tienen únicamente treinta grados, de aquí se sigue que en los casos en que una
casa mundana es muy larga, un signo o quizás dos puedan estar abarcados dentro
de las cúspides de aquella casa, o sea, la duodécima división de la Tierra.
En el horóscopo de Erman C., que nació el 25 de enero de 1812 a las 2
A.M. en Ogden, Indianápolis, encontramos el grado 24 de Sagitario en la cúspide
de la segunda casa y el 11 de Acuario en la tercera. Así, pues, la segunda casa
tiene cuarenta y siete grados de largo e incluyendo el signo de Capricornio en su
totalidad con los planetas Mercurio y Urano, y un astrólogo definiría la situación
diciendo que "Capricornio está «interceptado» en la segunda casa", y al hablar
de los planetas que se hallan en tal interceptado signo, diría que Mercurio y Urano
se hallan "interceptados" en el signo Capricornio y en la casa segunda.
Cuando un signo se halla interceptado en una casa, el signo opuesto se
halla siempre interceptado en la casa opuesta", y consecuentemente vemos a
Cáncer interceptado en la octava casa con Neptuno en él.
Respecto a la influencia de la interceptación, sabemos que cuando un planeta
se halla en un signo interceptado, su influencia queda amortiguada o latente
hasta que por su progresión sale del signo interceptado. Esta tendencia puede ser
modificada algún tanto por un aspecto pronunciado, o por la reunión de varios de
menor importancia, pero un planeta interceptado nunca tiene la misma fuerza sobre
la vida como cuando está libre.
***
del libro "Astrología Científica Simplificada", de Max Heindel
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