Estrellas fijas
Las doce constelaciones del Zodíaco se componen de un número enorme
de estrellas, y por todo el Firmamento podemos contemplar grupos de cuerpos
brillantes y luminosos que parecen conservar la misma posición con relación a los
otros núcleos, pero diferenciándose en este respecto del Sol, de la Luna y los planetas
que vemos caminar entre estos núcleos de estrellas. Por consiguiente, las
agrupaciones de estrellas que componen las constelaciones zodiacales toman el
nombre de "estrellas fijas". Debe saberse, sin embargo, que su inmovilidad es
aparente tan solo a causa de la inconmensurable distancia que las separa de nosotros
porque, en realidad, se mueven en el espacio a una velocidad enorme.
La Astrología trata únicamente de las doce constelaciones de estrellas fijas
que componen el Zodíaco. No puede caber la menor duda de que otras constelaciones
o estrellas fijas juegan un papel influyente en asuntos humanos, pero nuestras
mentes son harto débiles todavía para abrazar la total significación de los signos
zodiacales y los planetas y casas con sus múltiples combinaciones, y si intentáramos
penetrar en las demás estrellas fijas y sus aspectos, nos sentiríamos extraviados
en un inextricable laberinto. Por consiguiente, el estudiante debe considerar
únicamente las siguientes estrellas fijas: Las Pléyades, localizadas en los
29 grados de Tauro; Ascelli, en los seis grados de Leo, y Antares, en los 8 grados
de Sagitario. Se ha observado que estas estrellas causan decididamente un
efecto detrimental y pernicioso sobre los ojos. Cuando el Sol o la Luna se hallan
en estos grados y afligidos por uno de los maléficos; o cuando uno de estos maléficos
se halla en tales grados y el Sol o la Luna afligidos en alguna parte del
horóscopo, el resultado será algún inconveniente en la vista.
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del libro "Astrología Científica Simplificada", de Max Heindel
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