viernes, 26 de marzo de 2010

HORA


HORA

Un día solar es el período de tiempo que emplea el Sol para efectuar su traslación desde un determinado meridiano de longitud, hasta que vuelve al mismo lugar al día siguiente. Obedeciendo a la desigual rotación de la Tierra en su órbita y la oblicuidad de la eclíptica (la ruta del Sol) los días solares no son de la misma duración, pero como la vida social necesita una división uniforme del tiempo, se ha adoptado un término medio para este instante de los días solares durante el año, y a esto se ha dado el nombre de Día Solar Medio. Éste comienza a la medianoche cuando el Sol se halla en el nadir. Los relojes son corregidos y dispuestos para que indiquen el principio y el fin de esta división y también para marcar una división igual del día en 24 horas. Así, pues, obsérvese la diferencia que existe entre la hora solar y la hora del reloj.
Durante el tiempo en que el Sol se halla lo más cerca de la Tierra (perihelio) diciembre 24, y la época en que está más alejado de la Tierra (afelio) junio 21, los relojes van adelantados al tiempo solar, y desde 21 de junio al 24 de diciembre, el Sol va más adelantado que el reloj, siendo la máxima diferencia la de 16 minutos en los comienzos de noviembre.
Cuando la variable rotación de la Tierra en su órbita y la oblicuidad de la eclíptica actúan al unísono, la diferencia entre el horario del Sol y el de los relojes, es la mayor, pero por 4 veces al año: 15 de abril, 15 de junio, 1º de septiembre y 24 de diciembre, coinciden los dos.
Un día sideral, es el tiempo que transcurre entre un determinado grado de longitud, recorrido por una estrella fija, hasta que lo alcanza al día siguiente. Esto significa el tiempo exacto de una revolución completa de la Tierra sobre sus ejes, y es la única y uniforme rotación o movimientos observados en los cuerpos celestes, no habiéndose registrado ni el más pequeño cambio desde los primeros registros hechos por los hombres.
Obedeciendo al movimiento de la Tierra en su órbita alrededor del Sol un día solar es más largo que un día sideral, porque como el Sol marcha más hacia el Este durante el tiempo de la rotación diaria de la Tierra sobre sus ejes, la Tierra debe girar más aún sobre sus ejes antes de que un meridiano cualquiera se ponga en línea con el Sol. El día solar es, por lo tanto, cosa de 4 minutos más largo que el día sideral, pero en obediencia al variable movimiento de la Tierra en su órbita y a la oblicuidad de la eclíptica, previamente mencionadas, esta diferencia varía todos los días.
En los tiempos pasados en cada ciudad o aldea la hora de los relojes se diferenciaba de la de otra población debido a que todos estaban calculados por la hora local, pero esto producía muchas confusiones para el público que viajaba, y en consecuencia de esto, Norteamérica adoptó lo que se viene conociendo con el nombre de Hora Patrón el día 18 de noviembre del año 1883. Para las personas nacidas después de la fecha acabada de mencionar, es necesario hacer una corrección para convertir la hora indicada por los relojes a la hora local exacta, puesto que esta debe ser la hora que debemos utilizar para calcular el horóscopo.
El diagrama ayudará al estudiante para comprender el significado de Hora Patrón, el modo de evitar las confusiones y también como se hace la corrección antes mencionada.
Se sugirió que si el país se dividía en zonas horarias, cada una de cosa de 15 grados de longitud en el sentido del ancho (esta es la distancia que el Sol recorre en una hora) y que todos los relojes de cada división estuviesen regulados a la mismo hora, es decir, la del meridiano situado en el centro de la zona horaria correspondiente, se evitaría la confusión de los viajeros.
De acuerdo con esta idea, los Estados Unidos de América se dividieron en cuatro zonas por tres líneas imaginarías como se indica en el diagrama.
El nombre de estas zonas horarias es como sigue: 

Zona Oriental — Zona Central — Zona Montañosa — Zona del Pacífico.

Los relojes para la hora de la Zona Oriental están puestos con arreglo a la del meridiano 75, es decir, 5 horas ante de la Hora Media de Greenwich.
En la Zona Central la hora está regulada con arreglo al meridiano 90, el cual es 6 horas antes que la de Greenwich.
En la Zona Montañosa los relojes se rigen por la hora convenida para el meridiano 105, o sea, 7 horas más pronto que la de la Hora Media de Greenwich.
En la Zona del Pacífico la hora está dispuesta de acuerdo al meridiano 120, o lo que es lo mismo a 8 horas antes de la del Observatorio de Greenwich.
Además, hay una quinta zona en la parte más avanzada al Este del país en el Atlántico, que comprende los Estados del Maine, Nueva Escocia, etc., zona que fue omitida en el gráfico para que este pudiera ser mayor.


En todas las ciudades situadas en estos Meridianos-Patrón (véase el mapa), tales como Filadelfia o Denver, la hora patrón es también hora local exacta y no se necesita hacer ninguna clase de corrección en los cálculos para el horóscopo.
Pero Detroit, el cual se puede ver emplazado en la línea divisoria de las Zonas Oriental y Central, está 7 grados al Este del meridiano 90 y sus relojes, por tal razón, van 28 minutos después realmente, toda vez que cuando allí es mediodía, con arreglo al meridiano patrón de los 90 grados, la hora local exacta es realmente las 12:28 P.M. Chicago se verá que está un poquito al Este del referido meridiano 90 (2 grados) y cuando los relojes allí dan las doce del mediodía son realmente las 12:08 P.M. Los relojes de San Francisco indican el mediodía cuando la hora local exacta es solo las 11:50 A.M., debido a que esta ciudad se halla situada 2 1/2 grados al Oeste del Meridiano Patrón y, como es natural, es necesario hacer la corrección para los horóscopos de los nacidos en ella.
La regla para obtener la hora local exacta es la que sigue:

A la Hora del Meridiano Patrón más próximo, añadir cuatro minutos para cada grado al Este del Meridiano correspondiente a aquella hora, del lugar del nacimiento.

Si el lugar del nacimiento es al Oeste de aquel meridiano se substraen o restan cuatro minutos por cada grado al Oeste.

Cuando nace un niño debe observarse el preciso momento que ejecuta su primera respiración, pues en tal momento y no el del momento del alumbramiento es la hora del nacimiento desde el punto de vista astrológico.
La razón por la que se toma la hora de la primera inspiración, acompañada generalmente de un grito o lloriqueo, como la del momento del nacimiento, es por la de que las condiciones químicas de la atmósfera cambian, a cada instante, al igual que las vibraciones de los astros cambian también. Nosotros podemos notar tal cambio en la atmósfera con arreglo a la posición del Sol en el cielo a diferentes horas del día o de la noche. El aire de la noche es diferente de la atmósfera del mediodía. Estos no son cambios repentinos, sino que vienen a nosotros por grados imperceptibles. Aquellos de nosotros que estamos más endurecidos por los repetidos cambios, no los sentimos, pero la pequeña sensitiva forma de un niño recién nacido es eminentemente susceptible a la irrupción en sus pulmones de esa primera carga de aire y como el oxígeno contenido en la misma surge por todo el cuerpo, por la mezcla con la sangre cada átomo en particular recibe una impresión peculiar la cual es retenida por toda la vida, aunque los átomos cambien, en la misma forma en que una cicatriz se perpetúa en el cuerpo a despecho de todos los cambios de los átomos. Aquella estampa impresa en la sangre forma las bases físicas de la idiosincrasia y características del temperamento que ocasionan que cada uno de nosotros obremos diferentemente bajo las mismas condiciones estelares; son las bases de las tendencias de nuestra naturaleza física y en armonía con nuestro estado de desarrollo espiritual determinado por la ley de causación, la cual nos da en cada vida las facultades desarrolladas durante todas las existencias anteriores. Así, pues, a nosotros no nos toca cierto destino porque hayamos nacido en un momento determinado, sino que hemos venido a nacer en el momento preciso en que los rayos estelares nos darán la tendencia para labrarnos el destino generado en las vidas pasadas.
Esta distinción es muy importante porque señala la diferencia que existe entre el punto de vista del astrólogo materialista y la concepción religiosa de la Astrología.
En marzo de 1918, el Gobierno de los Estados Unidos puso en vigor la disposición llamada Acta de Economía de la luz solar (Day light Saving Act), o sea, el adelanto de una hora de todos los relojes desde la medianoche anterior al último domingo de marzo, para volverlos a poner en su hora normal a la medianoche anterior al último domingo de octubre. Esta ley solo estuvo en vigor durante los años 1918 y 1919. Todas las fechas que con arreglo a nuestra cuestión astrológica se nos faciliten durante los períodos indicados deben ser consideradas como una hora menos con objeto de averiguar la Hora Patrón.

del libro "Astrología Científica Simplificada", de Max Heindel

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