Ángulos
La primera, cuarta, séptima y décima casas, forman los ángulos del horóscopo.
En el ángulo oriental con Aries, donde Marte es el regente, sugiere al Sol
elevándose a las actividades materiales del día. Como el Sol, que denota al espíritu,
está bajo la cruz, significando la materia, pero elevándose hacia ella, se entiende,
por consiguiente, que es el comienzo de la Vida en el mundo material, y Marte,
el regente, indica la naturaleza de deseos que dirige al espíritu hacia la existencia
material a fin de conquistar la materia.
El ángulo del Sur, Capricornio, con Saturno de regente, da idea del Sol cruzando
el meridiano como lo hace al mediodía. Ha hecho la mitad del viaje que tiene
prescrito a través del cielo, y por consiguiente, el semicírculo se ha omitido y la
otra mitad se retiene bajo la cruz en el símbolo de Saturno, De aquí que Saturno
denote persistencia, habilidad mecánica, etc., y la décima casa las conquistas
mundiales del ser humano.
El ángulo occidental con Libra en la balanza, donde las actividades materiales
se convierten en espirituales, divide el día y la noche; el activo verano y el inactivo
invierno. Vuelve las horas del despertar, dedicadas a la vida material activa,
en horas de la noche, en las que el hombre se pone en contacto con el mundo
invisible. Por consiguiente, el espíritu, el círculo, está encima de la cruz de la materia,
la naturaleza de deseos ha sido conquistada y el símbolo de Marte dominado
e invertido hasta convertirse en el símbolo de Venus, el planeta del amor, que regula
esta casa y la cual es, por consiguiente, la casa de las relaciones, de camaradería,
la casa que denota a uno que es el más cercano y más querido para nosotros.
El ángulo del Norte, con el signo Cáncer, marca el tiempo en que el Sol está
en su punto más bajo. El signo consiste en dos soles con la línea de fuerza que
procede de cada uno, pero en opuestas direcciones. La línea que parte del Sol
que mira al Oeste denota la dirección en que se mueve el Sol. El otro, con la línea
de fuerza en dirección al Oeste, denota el paso en que las influencias espirituales
giran o vuelven, después que el Sol físico ha cesado en su actividad. Este ángulo,
por consiguiente, tiene por regente al astro de la noche, la Luna.
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del libro "Astrología Científica Simplificada", de Max Heindel
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